TEXTO 2: EL POLÍTICO MILITAR

El nuevo presidente (Narváez) era un ejemplo característico del militar-político, tipo que ha sido la maldición de España en los tiempos modernos (…). Se le ve tan pronto del lado liberal (Riego) como del reaccionario (Narváez), y con más frecuencia en una zona ambigua, oscilando entre amistades e inclinaciones liberales y temperamento reaccionario (O’Donnell); pero siempre constituido sobre una pauta que será útil describir aquí. 

El militar-político es patriota. No viene a la vida pública por las vías intelectuales de la Universidad ni desde sus años juveniles. Llega tarde, cuando ya se ha formado en el ejército; cuando ya, tanto desde el punto de vista material como del social, su posición es segura y su situación hecha. Su primera actitud suele ser la de un observador que se eleva contra los «charlatanes de la política», sintiéndose más capaz que ellos de arreglarlo todo si le dejan solo para aplicar los métodos sencillos, rápidos y prácticos de la milicia. 

Refuerzan esta actitud su ignorancia y su tendencia a pensar en categorías sencillas, rasgo típico de muchos soldados (…).

Ya liberal, ya reaccionario en sus ideas, el político-militar suele ser reaccionario en su temperamento. Lo que quiere no es aportar sus ideas, sino imponer su voluntad (…). 

La primera de las cosas externas que llaman su atención es el orden. La idea militar del orden tiende a ser mecánica. Cuando se puede colocar a los hombres en formaciones, de tres entres o de cuatro en cuatro, como peones de ajedrez, hay orden (…). 

Desde luego, el político-militar detesta la libertad de la prensa (…)

Y es que los políticos-militares de España no se distinguen por sus dotes de sentimiento religioso. Los más, si no todos, fueron católicos sin preocuparse gran cosa, excepto en ocasiones solemnes, de su religión oficial. Cuentan de Narváez que en su lecho de muerte, al sacerdote que le preguntaba: «¿Perdona su excelencia a sus enemigos?», contestó con voz firme: «No tengo enemigos; los he fusilado a todos.»

SALVADOR de MADARIAGA, “El siglo XIX”,España, ensayo de historia contemporánea, Madrid, 1979, pp., 69-71.

PREGUNTAS: (recuerda que no hay que contestarlas directamente, son reflexiones que deben tener respuesta en nuestro comentario)

a) El texto:

  1. ¿Qué características le atribuye el autor del texto al militar que se implica en política? ¿Con qué tono se refiere el autor a estos militares?
  2. ¿Qué personajes históricos se mencionan en el texto? ¿A qué tendencias políticas pertenecen?

b) Contexto:

  1. ¿A partir de qué acontecimiento histórico se inicia la intervención de los militares en la política nacional?
  2. ¿Cómo se manifestó la división ideológica del ejército durante el reinado de Fernando VII?
  3. ¿Qué importancia tuvo la Guerra Carlista en este proceso?

c) El problema militar durante el reinado de Isabel II:

  1. ¿Qué es un pronunciamiento militar?
  2. Señala los principales pronunciamientos producidos en la primera mitad del siglo XIX
  3. ¿Cuáles fueron los principales “espadones” (militares implicados en política) del reinado de Isabel II?

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